En el
metro de nuestras vidas
Transeúntes
por el metro de nuestras vidas
túneles
de sueños, llenos de fantasías, resucitan en nuestros fríos
inviernos.
Vagones
tenues, llenos de almas ensimismadas y
pérdidas, navegando en sus interiores rutinarios de sus lascivas vidas.
Mujeres
y hombres agarrados a la barra de sus vidas.
Hembras
sin maquillar, pero con el vivísimo
fuego de una primavera salida.
sus
entrañas, tierra mullida deseosa de que un buen arado, llegue a su bahía,
que
introduzca la dura y ardiente reja, y a sus entrañas la deje servidas.
El
macho azaroso entre el tumulto de la gente refregándose su cuerpo como
en latas de sardinas, tanto roce,
que el hambriento deseo aumenta su adrenalina
Juego… discretas manos, entre la
fronda de los cuerpos surgen las caricias
escondidos en la discreción, llegan
al orgasmo en la alfombra de la tierra mullida.
Atrevido cuerpo, se restriega con el
nuestro despertando los sentidos emocionales,
en el vagón de nuestra partida,
lleno de perfume de esta primavera florida.
Tanta agua del placer, bañaba nuestras pieles, haciendo
surgir el amor,
otras veces, solo deseo, pasión y sexo en la mesa efímera de
nuestra peregrinación, por una naturaleza insulsa y vacía.
En el metro de nuestras vidas se
adentran,
sueños maquinados; enfermos sueños
en cuerpos débiles, atrapados en las mismas sombras del abismo del mal.
Otras almas aunque ingenuas, pero
torpes, caminan con ese miedo de las más podridas; por no poder salvar, a que
sus vidas no hayan valido para ná.
Otras más recatadas, ahogadas en sus
interiores por sus propias lágrimas
por que el amor desapareció, una funesta triste y grisácea mañana.
Otras, con rostros medios
adormilados, al rozarse con otro polo, se le despiertan a ambos el glaciar
helado, tanto tiempo esperando a ese sol de amor, que lo valla
con sus rayos a nuestros cuerpos
desahuciado,
Y juntos, labremos la tierra de
nuestros cuerpos, sembrando la semilla del amor.
Asta que llegue, ese día de la
estación de la cosecha y abandonemos nuestras tierras para descansar, sobre la cama mullida y
eterna del amor, en el paraíso fructífero del creador.
20de Abril del 2013
www.el-obrero-poeta.blogspot.com
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