martes, 26 de octubre de 2010

El desfalco hecho por los poderosos ¡Ahogándonos en el lodo y sin salida!

¡Época de mala cosecha!
Cosecha de malos vientos
para los más desfavorecidos.
El pueblo llano acorralado por los usurpadores
de sangre y sueños de esos pobres espíritus
¡que solo desean paz y pan en sus alacenas!

¡Insuficiente sustento para vivir!
El sustento, base importante, ése pilar para sostener
el peso del hogar, donde aman y sueñan los obreros.
El pan y las letras de sus hipotecas
donde mora el pueblo, ¡engendrando vida y sueños!

¡Resplandecían las flores del jardín!
Madre patria, ¿qué pasó en tu jardín?
¿Por qué unas flores irradian abundancia en sus mesas,
y a otras, más débiles, nos roban hasta la ilusión por vivir?

Flores con diversos perfumes y olores.
Diversas ideologías, creencias y condiciones.
Recibimos instrucciones de ¡la matriarca Constitución!
Donde la tolerancia para convivir estaba latente
al fin, la mala sombra y la débil humildad, convivían juntas
en concordia, tolerancia, ideología y respeto.

¿Qué pasó?¿por qué se esfumó en el camino hacia el horizonte
aquél sueño que todos juntos engendramos?
Ese sueño que vio la luz, aquel deslumbrante y hermoso día,
lleno de emotividad, esperanza y alegría.
Poder pastar en el gran prado, chacales y corderillos en concordia.
Todos, por grandes emprendedores de libertades se tenían.

Se desprendieron como lastre pesado
las puras y altruistas ideologías.
Todos impregnaban de ilusiones
las paredes de nuestras despensas vacías.

Todo falso y demagogia pura,
ilusión engañosa en nuestras mesas
ilusionados hoy, hambrientos en el mañana
que nos cocinan esos cocineros de la política depravada
¡Maldita maraña!
Vinieron las políticas gobernantes de distintas ideologías
tirándose dardos envenenados, disparados por la ballesta
de la oratoria, veneno de serpientes arpías.


II

¡Despertamos de nuestros sueños!
Tantos años creyendo en los pastores,
cuidadores de nuestras majadas.
Lo único que han hecho bien ha sido
engullir la sangre del obrero;
regocijándose de su triunfo malhechor en sus camas.
Riéndose, observan cómo con todo lo usurpado rebosan
sus cámaras.

¡Han exprimido el gran prado!
Nuestra tierra queda resquebrajada y árida.
¡Nuestra Patria! Ésa gran familia
sin fruto, la comida para sus vástagos es escasa.
¡Se la llevaron dejando la tierra fría y desquiciada!
Sin el sustento para nuestros hijos.
Impotentes y sin saliva quedan nuestras gargantas,
Solo a merced de unos cuantos carroñeros con levita
estrujando más y más nuestras almas.

Solo con la incertidumbre de ¿qué comeremos maña?
¿Con qué remendaremos los agujeros de nuestras casas?
Solo los nervios derrotan a Morfeo en las noches
de insomnio, tan largas…
Solo con la impotencia y sequía en sus gargantas.

Qué razón tenias, don Quevedo
el dinero, ¡poderoso caballero!
Hoy, las ideologías se transformaron en
¡endiosada cúspide del poder!
Endiosado mando, que se mata por el
el pueblo llano que sufre el silencio.
Sin fuerzas, sus voces las ahoga el viento.
En túneles sin salida deambulan, sin ese sustento,
solo rezan callados que les arrebaten la miseria
y siguen comiendo.

Mientras, ladrones de guante blanco
guardan lo hurtado en los paraísos fiscales.
¡De nuestra tierra marchaos!
Los poderosos, suculentos manjares en sus mesas.
Sus mentes henchidas de ocio,
juergas y maquinaciones de
cómo apretar más y más,
el cordel al cuello de la familia
llamada España.


Qué les importan sus hermanos,
que llenen o no sus estómagos.
Solo el dolor y miseria soportan sus manos
¿Por qué el sustento de nuestros cuerpos y hogares
sustraen hasta la última gota de nuestro aliento?
regocijándose del botín obtenido del pueblo
celebrando su triunfo en yates y lujosas atalayas.
¡Maldita codicia, talismán de malvados piratas!

¡Un submundo de malicia y egoísmo!
Música que sale de sus flautas, amenizando sus fiestas
de orgías y grandes placeres, en sus negras almas
despilfarrándose la sangre del obrero como plata.

¡Qué fácil es predicar ante las multitudes!
¿Dónde están aquellos, los que defendían las dignidades
humanas?

¡Qué difícil es dar trigo, cuando se tiene negra el alma!
Usureros de sangre obrera, orfebres de oro y plata
capitalistas, políticos y bancas
¡Dejaos de soberbias endiosadas!
Repartir más con el obrero las viandas
en vez de hacer populismo demagogo vuestras almas.

2 comentarios:

  1. Podemos esperar sentados a que los poderes se dignen a cuidar de los más desfavorecidos. Chuparán y chuparán, hasta que no queda nada.

    ResponderEliminar
  2. unamos nos, contra don dinero y los políticos que nos chupan todo, viviendo del sistema a costa de nosotros "los obreros" luchemos por nuestros derechos,sin obreros , no abría capital

    ResponderEliminar